Para ponerme al día con las faenas paleontológicas, hice renacer de sus cenizas, mis viejos apuntes de Paleo I y Vertebrados, simpáticas materias que cursé hace muchos años y de las cuales no recuerdo nada, en parte por el feroz paso del tiempo y en parte porque desde que me recibí, allá por el 2007, me aparté de la biología por diversos errores que en otros posts comentaré.
Mientras miro la carpeta de paleo, veo en los márgenes laterales y superiores algunas inscripciones. No son de mi autoría, pero reconozco la letra. Y al reconocerla me hundo en los recuerdos. El autor solía ser un gran amigo mío. Me acuerdo de esa cursada, donde ambos asistíamos a los teóricos y compartíamos risas y alguna que otra mirada cómplice ante el embole proporcionado por algún docente.
Ya no veo a esta persona. Ya no somos amigos. No extraño esa amistad tampoco. Formó parte de aquel grupo de gente que me cagó sin muchas contemplaciones y que me dejó sola cuando mas lo necesitaba..
Si bien no siento nostalgia de aquella relación, si me quedó dando vueltas un interrogante "¿En qué momento él, y los demás también, empezaron a detestarme tanto? ¿En qué momento surgió la bronca? ¿Qué la desencadenó? Por mas que formulé esas preguntas, buscando la respuesta en alguna actitud no muy felíz de mi parte, nunca la encontré. Solo evasivas y silencio...
Aun hoy, cada tanto, sigo tratando de encontrar en mi mente, esa respuesta, tal vez para entender, tal vez para poder cerrar el capítulo definitivamente...no se.... no se si la halle alguna vez
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