Dedico este post a un viejo amor al que voy a llamar A.
Al igual que a otros viejos amores, conocí a A cursando una materia. Me llamaron mucho la atención sus lindos ojos verdes y su cara de nene tímido.
Comencé, por lo tanto, a tejer un entramado que sirviera para acercarme. Lo logré y en 2 meses ya estábamos teniendo una historia.
Calificar a A como un "mal bicho" es excesivo, mas bien, la clasificación que le cuadra es la de "pobre pibe". Recuerdo a A porque hoy es su cumpleaños.
Cuando lo conocí él tenía 21 y yo 22. Nunca había estado con alguien menor que yo.
Al principio (y luego de haber padecido a mis ex), estar con A era genial ¡¡al fin un chico bueno !!!, pero después..lo empecé a conocer mas y al hacerlo tuve que reprimir unas cuantas cositas de mi, a saber...
1) No le gustaban las malas palabras ni los chistes verdes
2) No aceptaba un "mi amor"
3) Se negaba a conocer a mis amigos y que yo conociese a los de él, diciéndome incluso, que para su cumpleaños haría 2 festejos, uno conmigo y otro con sus amigos porque ellos se ponían celosos de la relación y que para mi cumpleaños yo debería hacer lo mismo porque no quería soportar a mis amigos, que eran vulgares y no estaban a su nivel
Luego me di cuenta de que no era nada personal. A era simplemente un tipo muy intolerante, de hecho, su hermana menor tenía piercings por todos lados y él dijo, luego de que ella se pusiese un arito en el pezón, que alguien así no era digno de respeto, aunque fuese su propia hermana. Y siempre la denigraba a la pobre pibita, que no le hacía mal a nadie.
También criticaba a su hermana mayor, no porque se llenara de piercings, si no porque tenía una especie de relación enferma con un flaco de la facultad, aunque dados los parámetros de "normal" y "enfermo" de A ,no se puede saber si realmente la hermana era esa boluda manipulable que a él tanto lo enervaba , digna de respeto por no ostentar agujeros en su cuerpo, pero también de lástima.
Y a mi cada vez me costaba mas ocultarle lo mucho que lo quería y que me estaba enamorando, porque él no quería que le dijeran eso, así como también tenía que estar midiendo las palabras para que no se me escapara alguna puteada o algún chistecito verde.
Y así transcurrieron 4 meses. Un día me llamó y dijo que quería que nos encontráramos. Acepté. Tal como yo lo imaginaba, me puso una patada en el culo. Creí que me moría. Estuve una semana casi sin dormir y sin probar bocado, me sentía muy triste y no podía dejar de llorar, mientras me preguntaba qué era lo que hacía mal para espantar a los tipos buenos y atraer a los malos.
Volvió a llamarme. Quedamos en vernos nuevamente. Me pidió que volviésemos, que se dio cuenta de que me extrañaba y que quería intentarlo. Acepté y resucité en consecuencia.
Me preguntó que había hecho en su ausencia. Le dije que no había hecho nada, salvo ir a Ferro con una amiga a ver a León Gieco, músico al que él, por supuesto, detestaba. Me criticó la elección y me dijo "Te fuiste a un recital..esperaba encontrarte peor"
-Me distraje- respondí- también te extrañé. La chica que fue conmigo trató de levantarme el ánimo y hasta trató de presentarme gente
-¿y esa es tu amiga?
-Y..por lo general los amigos tratan de que uno esté bien, no siempre con los consejos mas acertados, pero si con toda la buena intención
-¿ves por qué no me interesan tus amigos?
Seguimos unos días mas. Lo noté cortante nuevamente y supuse que se venía el final. Y pasó. Le pedí un último beso y me dijo que ni lo sueñe
Le pedí que no vuelva a llamarme para volver, porque no lo iba a aceptar, yo no era un juguete al que se agarra y se deja cuando se quiere.Me dijo que no me preocupara, que nunca mas me iba a llamar.
Y así sucedió, pero el gran problema fue la facultad, uno no siempre puede dejar de frecuentar el mismo entorno ¡¡por suerte me dejó a principios de enero !!! Me dio tiempo de descansar y sobre todo, de pensar. Pensar que ya había sido suficiente de maltratos y humillaciones y que no existe en mi algo kármico escrito a fuego e insuperable que hace que atraiga la gente inapropiada, existe pararse en la vida de otra forma. Y eso lo descubrí gracias a A. La 2da patada que me pegó no fue tan dolorosa como la 1era, ya que no me tiré a angustiarme y a llorar, si no a reflexionar y a jurarme a mi misma, que nunca mas nadie me iba a faltar el respeto de esa forma, que si yo no me valoro, nadie mas lo va a hacer y que esos tipos se acercan cuando ven gente débil que permite maltratos.
Me volví a cruzar con A durante la cursada, me saludaba y aprovechaba siempre para denigrarme y reirse. Yo me reía en su cara, poco me importaba lo que decía. Le seguí los "chistes", fingiendo tener una conversación muy interesante, haciéndole creer su papelito patético de intelectual que da lecciones de moral y buenas costumbres a los pobres seres descarriados e incivilizados como yo.
Un día, en que se me acercó a charlar, me preguntó que hacía de mi vida personal y le dije, sabiendo la respuesta posible
-La verdad A, estoy como quiero, me cojo todos los tipos que puedo, me va bien la facultad, conseguí trabajo
-¡¡ No me podés decir que te cogés tipos !!!
-Es lo que hago, si querés te miento y te digo que me metí en un convento
-La verdad, me producís repulsión
-Gracias, nos vemos, tengo que entrar a clase..hoy arranca paleo de vertebrados y no quiero perderme una clase ni llegar tarde..te veo
Jjajajaj ¡¡¡ reventá pacato de cuarta !!!
4 comentarios:
ufff... que cosa. Yo si llego a hablar de mis "viejos amores" voy para atrás (con honrosas excepciones). Pero la verdad, está bien que te gusten los sapos... pero eso de andar dandole besos es una mala costumbre!
jajajaja.
Que bueno que no se convierten en prícipes y de paso aprendemos!
vico
¡¡ ojalá se conviertieran en príncipes !!! Al menos el sapo es un ser inocente y bueno que no le hace mal a nadie (y su piel está lleno de sustancias antibióticas muy benéficas)
Pero los tipos....cada vez peor
que la chupe... y se trague la leche.
perdón por el vocabulario jaja
un pelotudo!!! debe estar mas solo que un hongo o con una pelotuda como el!!!!
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